
Inicio / Vídeos vintage / Claeys MZ, el origen de las cosechadoras New Holland
La máquina que nos ocupa, en concreto, fue la primera cosechadora autopropulsada producida en Europa de mano de Leon Claeys en Zedelgem y comprobaremos que, ya hace más de 70 años, incorporaba muchos de los elementos básicos que poseen las máquinas actuales. Como bien dice Juan Mari en el vídeo: “es todo, una cuestión de escala”.
La máquina se fabricó entre 1952 y 1960 y supuso una revolución en el mundo de la recolección. Esta máquina era la evolución natural de la MK, una máquina remolcada de 1948, que, aunque no se produjo en grandes series, sirvió como aprendizaje para lo que fue la MZ.
Nuestra Claeys MZ, además de ser autopropulsada (una ventaja enorme frente a su predecesora), fue una revolución en la recolección ya que era capaz de dejar el grano limpio separado en el campo, de forma que simplificaba enormemente la tarea de la recolección del cereal. Hay que tener en cuenta que, hasta hacía muy poco tiempo, había que segar, hacer gavillas y llevarlas al pueblo, para posteriormente, trillar y separar el grano de la paja con máquinas estacionarias.
Estas serían las características principales si revisamos la cosechadora desde su parte delantera hasta atrás:
Toda cosechadora comienza su labor en el corte, en este caso, la MZ contaba ya entonces con un cabezal de 3 metros (podía ser de 4 m opcionalmente), con sistema de corte por cuchillas y dedos fijos. El molinete, ya montaba excéntricas para mantener a las púas de alimentación en su posición ideal y tras él, un sinfín embocador con dedos retráctiles; todo ello con regulación en altura del cabezal, como veis, una sistema que, en lo básico, no difiere mucho a nuestros cabezales SuperFeed.
En cuanto al sistema de alimentación, su principio era el mismo que usan muchas cosechadoras en la actualidad; un sistema de cadenas con tensores.
Siguiendo con el flujo del material, pasamos al sistema de trilla, que tenía un respetable cilindro de 1030 mm de ancho y 600 mm de diámetro, asociado a un cóncavo de 14 barras. No está tan alejado de las dimensiones actuales ya que una CX8.90 moderna, cuenta con 1560 y 750 mm respectivamente.
Os preguntaréis cuantos sacudidores podía tener una máquina que en vacío pesaba 3070 kg, pues la respuesta es que la Claeys MZ tenía 5 sacudidores, como nuestras máquinas de la serie CX7. Eso sí, con una superficie bastante más modesta, ya que contaba con 3,6 m2 frente a los 4,94 de nuestra CX7.90.
La mayor diferencia en cuanto a las máquinas modernas es, claramente, el puesto de conducción y la gestión del grano. Ya que, aunque el sistema de limpia era similar al actual, con un ventilador regulable que conseguía valores de limpieza del 92%, el grano limpio usualmente no iba a una tolva (que era opcional y de 1500 litros), sino que iba a la plataforma de ensacado, donde el grano se introducía en sacas para descargarlas por el lateral y posteriormente cargarlas en carros para su posterior transporte al destino.
Ya solo nos queda analizar el sistema de propulsión y el motor de nuestra Claeys. En cuanto a motorizaciones, en la Claeys MZ se podían montar 2 opciones; un motor Austin de gasolina y 4 cilindros que entregaba una potencia de 45 caballos o, el que se montaba con más frecuencia, un motor Perkins diésel de 4 cilindros y 65 caballos.
Hablando de la transmisión, la potencia se enviaba mediante una correa plana al variador de velocidad para, posteriormente pasar a la caja de cambios mecánica, que contaba con 4 marchas adelante y una hacia atrás. Este ingenioso sistema de variador permitía modular la velocidad de avance entre los 0 y los 20 km/h sin interrupciones.
La transmisión de la potencia a las ruedas, al ser por palieres y sin reductor final, permitía montar distintos tipos de neumáticos y hasta orugas metálicas para cosechar arroz, conservando las capacidades originales de tracción y frenado.
Como veis, una máquina que no dista tanto en su concepción de las máquinas actuales y que todavía y de mano de entusiastas de la marca, sigue cosechando 70 años después de su nacimiento.
Os dejamos con el video de Juan Mari, donde podéis ver todos los detalles de esta extraordinaria máquina
¡Hasta el próximo editorial!