¿Qué es realmente un GPS?
Pero antes de empezar, ¿qué es realmente un GPS? En realidad, GPS es el nombre que recibe la constelación de satélites de EE.UU. (sus siglas corresponden al término anglosajón Global Positioning System). Todo empezó por los años 70, cuando el ejército de EE.UU. comenzó un proyecto de lanzamiento de satélites en órbita para poder controlar las posiciones. De hecho, hasta 1983 su uso se limitó exclusivamente al ejército de EE.UU. Pero fue a partir del año 93 cuando se empezó a liberalizar su uso. Y ya en el año 2000 se extendió para uso civil y globalizado. En la actualidad esta constelación de satélites está formada por más de 30 satélites que giran alrededor de la Tierra.
Los satélites de EE.UU. dan servicio a todo el planeta. Dependiendo de la hora del día, sobre todo cuando los EE.UU. empiezan a trabajar, los satélites suelen acumularse en su zona de actividad. Por eso, a determinadas horas, sobre después de la hora de comer en España, sufrimos un déficit de visibilidad de satélites. Es importante tener en cuenta que necesitamos más de tres satélites para poder calcular nuestra posición. Por esta razón, cada organización o territorio cuenta con sus propias constelaciones para suplir esta falta de cobertura. Existen satélites rusos, indios, japoneses, e incluso, nuestra propia constelación europea: Galileo.
¿Cómo calculan la señal los satélites?
Estos satélites que giran alrededor de la Tierra están sincronizados en función de la hora. Se encargan de enviar una señal a los receptores y cuando la reciben de vuelta, según el tiempo de rebote, estos son capaces de calcular la posición. Al final lo que hacen es mandar señales de posición. Por eso decimos que necesitamos la señal de más de tres satélites para poder triangular y calcular una ubicación más certera.
Por lo tanto, una vez conocida la posición que los satélites tienen sobre nosotros, lo que necesitamos saber es nuestra posición en la Tierra. Nuestro receptor (ya sea el móvil, el coche, el tractor…) escucha las posiciones de los satélites mencionados, teniendo en cuenta lo que le rodea, y de esta manera es capaz de saber su posición.
El margen de error de los satélites: ¿Cómo se corrige?
La posición que envían los satélites en bruto tiene una precisión de entre 10 y 12 metros. Se trata de una posición sin corregir, con un margen de error. Este resultado nos vale, por ejemplo, para buscar un restaurante desde nuestro teléfono móvil. De hecho, este error a veces resulta visible cuando vamos por la autovía en el carril derecho y nos indica que vamos por la vía de servicio. No obstante, este fallo sería inviable en agricultura. Imaginad una pulverización con un error de 12 metros, podríamos llegar a pulverizar la parcela del vecino. Por esta razón necesitamos posiciones ya corregidas.
Para ello, existen empresas u organismos que toman todas esas posiciones de los satélites. Las corrigen a través de una posición conocida con las coordenadas correspondientes (que toman como referencia) y envían la señal de nuevo al receptor con la posición ya corregida.
Para que lo entendamos mejor, usamos de ejemplo nuestra propia posición. Los cuatro satélites que tenemos encima de nosotros envían la señal de su ubicación. Una vez conocemos nuestra ubicación, necesitamos confirmarla. Por ello, tomamos la referencia que comentábamos, de esta sí conocemos exactamente sus coordenadas, y, por lo tanto, podemos así corregir las nuestras respecto de esta posición conocida. De esta manera obtenemos la máxima precisión de nuestra posición.
Y hasta aquí el agroconsejo de hoy. Si queréis conocer más agroconsejos, os esperamos en la web del Campus 4.0, vuestra casa.