
Inicio / Agroconsejos / Curiosidades / ¿Sabes cuál es la mayor revolución olivícola de este milenio?
El olivar en seto no es una planta exigente, su mantenimiento es sencillo. Lo único que necesita es una preparación inicial del terreno. Esta preparación del suelo se puede realizar de forma mecanizada fácilmente. Se caracteriza por sus pequeñas dimensiones, es decir que es una planta con poco vigor. Su cultivo se realiza de manera lineal formando unas calles por las que pasará la máquina cabalgante.
Estas máquinas son conocidas como vendimiadoras, ya que se utilizaban originariamente para los viñedos. Su funcionamiento es prácticamente igual. El aparato pasa por encima de la planta y produce una vibración muy respetuosa con el olivo. Esto hace que el fruto caiga en pocos segundos. Por lo que se ahorra mucho tiempo y dinero.
El olivar en seto es una plantación que se origina a mediados de los años 90. Estos olivares se caracterizan por su disposición. Se crean calles entre los olivos para facilitar una eficaz recolección mecanizada. Esta idea surge por la necesidad de reutilizar las máquinas vendimiadoras cabalgantes. Ya que estas solo se utilizaban un mes al año. Por lo que su precedente es realmente la viña en espaldera.
Sin embargo, el objetivo de la olivicultura en la época era contar con olivos de grandes dimensiones. Se trataba de un árbol grande, por lo que resultaba impensable que una máquina pasase por encima de estas plantas. Por ello, esta variedad de olivos supuso un auténtico reto.
Antes las máquinas se adaptaban a la planta, en este caso se buscaba que el árbol se adaptase a la máquina. Por lo que en este momento comenzó el cambio de mentalidad. Empezaron a buscar variedades más pequeñas, con menos vigor para emprender este camino.
De esta idea, por ejemplo, surgió la variedad Sikitita, que se obtuvo de un programa de mejora genética. Era un cruce entre la variedad arbequina y la picual. Era la primera planta obtenida de esta forma y para este propósito. Después surgieron muchas otras.
Todas las variedades de olivar en seto tenían en común una serie de ventajas que incrementaron su popularidad a nivel mundial: